Este pastel es lo que yo conocía por "tartadelechecondensada" desde que tengo uso de razón.
Es una de las primeras recetas que empecé a hacer cuando era pequeña, ya que desde que recuerdo me gusta la repostería, y lo primero que aprendí a hacer fue el sorbete de limón, luego las trufas y la tarta de galletas María con chocolate.
La "tarta" que siempre me negué a hacer era la de piña con nata que tanto les gustaba a mis compañeras de colegio y yo encontraba sencillamente repugnante: unos trozos de piña en almíbar deshilachados intentando sobresalir de un mar de nata semicortada...
Más tarde vinieron los cursos de cocina y repostería que hacían las monjas del colegio en vacaciones de Navidad y Semana Santa a los que asistía encantada porque, además, siempre me tocaba el plato que habíamos aprendido a hacer y que se rifaba al final de la clase!!!Y todo este rollo para llegar a lo que nos ocupa hoy: el pastel de lima de los cayos...que en inglés suena muy atrayente pero no deja de ser la tarta de leche condensada de toda la vida...aunque esta vez con zumo de lima en lugar de limón.
Y, obviamente, mis limas no son de los cayos de Florida sino de Alcampo...
INGREDIENTES: Receta de Martha Stewart
20 galletas digestive
56 gr. de azúcar (yo no le puse)
85 gr. de mantequilla
400 gr. de leche condensada
1/2 taza de zumo de lima
4 huevos (claras y yemas separadas)
2 cucharadas de piel de lima rallada
250 gr. de azúcar para el merengue
Precalentar el horno a 180º
Moler las galletas en la batidora de vaso hasta que se hagan polvo y poner en un bowl.
Fundir la mantequilla en el microondas y cuando esté liquida mezclarla con el polvo de galletas.
Poner esta mezcla en un molde de paredes bajas y presionar bien para que quede una base firme.
Hornear durante 10 minutos.
Mezclar la leche condensada con las yemas, el zumo y la ralladura de limas y ponerla sobre la base de galletas horneadas.
Meter en el horno durante 15-17 minutos o hasta que el centro de la tarta esté firme pero se mueva un poco al mover el molde (como el flan).
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
La receta de Martha Stewart lleva nata montada por encima, pero yo hice un merengue con las claras para aprovecharlas: Batir las claras con una pizca de sal y el azúcar hasta obtener un punto de nieve firme.
Colocar por encima de la tarta cuando se haya enfriado y poner debajo del grill del horno para que se doren un poco.
Que gozada me la comería entera, ummm
ResponderEliminarElisa que bueno y que bonito todo lo que haces, ybpor supuesto mis pamemas y mis bañadores, un beso.
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí, Pilar!!!
EliminarYa sabes que esto está abierto siempre...casi como el Rte. del barco...je je je!!!
Un beso.