viernes, 14 de enero de 2011

TARTA DE BODA

El martes pasado me encargaron una tarta y 50 galletas para una boda que se celebraría el viernes, es decir, tenía dos días y medio para hacerlo todo.
Cuando me repuse del susto inicial me puse rápidamente a hacer las flores con la manga pastelera, y en dos horas y media casi las tenía.

Después preparé la masa de las galletas, lo que supone sacar todos los ingredientes de la nevera para que se pongan a temperatura ambiente y luego dejar la masa otra vez en la nevera para que se enfríe por lo menos dos horas.
El martes por la noche tenía 40 y pico galletas cortadas enfriándose en la nevera.
Al día siguiente tenía que cortar las restantes y hornearlas todas.

Por suerte, hace 11 años cuando compré el horno elegí uno de 90 cm. siempre pensando en el cochinillo, que en esa época todavía no me había dado por las galletas.

 El día siguiente lo empleé en bordear y rellenar de glasa las galletas, y por la noche hice los bizcochos y el buttercream para rellenarlos y cubrirlos.

El jueves por la mañana tenía una cita ineludible y cuando llegué a casa sufrí un vértigo terrible al ver las 50 y pico galletas que tenía delante para decorar, pero ¿quién dijo miedo?, conecté el cronómetro del ordenador y empecé a hacer una a una; me tranquilicé bastante cuando me acordé de que un día tiene 24 horas y que podía terminarlas el mismo jueves.


Por la noche ya tenía hecho el fondant y los bizcochos cubiertos y metidos en sus cajas, pero todavía quedaba meter todas las galletas en sus bolsitas y atarlas con un lazo.
En ese momento llegó A. que solícito, como siempre, se ofreció a hacer el engorroso trabajo de cortar los 50 trozos de cinta, todos del mismo tamaño, para atar las bolsas.




Después de todo, me ha encantado superar este nuevo reto y...voilá...aquí está el resultado:


La tarta es para una boda muy familiar.
En el sitio donde se celebró habían montado una carpa marroquí con las mesas adornadas con jarrones enormes y velas que creaban un ambiente muy elegante.
En el exterior de la carpa colocaron velones y faroles marroquíes a los lados del camino de entrada a la carpa, que estaba cubierto de alfombras orientales.
En fin, de día estaba precioso pero creo que de noche sería espectacular.

2 comentarios:

  1. Soy J, amiga de C. Te quedó todo espectacular y seguro que aún más rico. Olé por lo artista que eres.

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  2. Menudo curro,y lo peor a contra reloj, y con presión.

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